¿CUÁNDO CUMPLE AÑOS EL CÓDIGO DE BARRAS?
El código de barras forma parte de nuestra identidad corporativa, es una pieza clave en la identificación, la logística y la trazabilidad, y un elemento indudablemente vinculado a la esencia de United Barcode Systems. Esta es su historia:
Es algo enrevesada y existe cierta controversia en torno a su nacimiento. Hay teorías que relacionan su creación con un sistema para identificar vagones de ferrocarril, otras que sitúan su origen en Harvard a mediados de los años veinte y otras que hablan de dos estudiantes de Pensilvania en los cincuenta. Del mismo modo, tampoco hay unanimidad con el primer producto identificado mediante esta herramienta, de forma que hay varias posibilidades.
SILVER Y WOODLAND: ¿LOS PADRES DEL CÓDIGO DE BARRAS?
Hay una mayoría de opiniones que coinciden en que este sistema de identificación tiene su origen en 1948, en Pensilvania, EEUU. Bernard Silver y Norman Joseph Woodland estudiaban en la Universidad de Drexel, en Filadelfia. Un día llegó a sus oídos que el propietario de Food Fair, una cadena de supermercados de la zona, había acudido al decano de la universidad con la esperanza de encontrar una solución para optimizar el seguimiento de su inventario. Así es cuando ambos estudiantes se involucran en el proyecto.
Meses más tarde presentan un sistema consistente en el uso de tinta fluorescente para marcar los productos y luz ultravioleta para identificarlos. La idea no es mala, pero no es todo lo sencilla que Samuel Friedland, presidente de los supermercados, esperaba, lo cual hace que el método no prospere.
Norman Joseph Woodland (izda.) y Bernard Silver (dcha.)
Woodland, se toma entonces este reto como algo personal y decide abandonar la universidad y retirarse a Miami para dedicarse enteramente al desarrollo de un sistema con el que poder codificar la información de los productos del almacén. Hay una fábula que narra cómo Norman, un día jugando a escribir código morse en la playa, decide prolongar verticalmente esos puntos y rayas en la arena creando el primer código (morse) de barras en el que se combinaban barras finas, barras gruesas y espacios en blanco. Más tarde, rediseñaría este boceto haciendo las líneas circulares y concéntricas, para que el código de barras circular pudiera ser leído sin que importase en qué posición estuviera colocado el producto en el lineal.
Código de barras circular patentado por Woodland y Silver
De este desarrollo surge la idea presentada al registro de patentes el 20 de octubre de 1949 y aceptada (con el código 2.612.994) el 7 de octubre de 1952 por Silver y Woodland: un código de barras circular de líneas concéntricas de diferente grosor. La idea nunca llegó a la práctica, ya que el método de lectura de la información era complejo y encarecía demasiado el proceso. La patente terminó siendo vendida a la compañía norteamericana RCA, Woodland comenzó a trabajar en IBM y Silver murió antes de poder ver su idea implementada.
COLLINS, ALEXANDER Y STIETZ: LOS OTROS PADRES DEL CÓDIGO DE BARRAS
Por otro lado, en los años cincuenta, David Collins, un estudiante del MIT que trabaja en Pennsylvania Railroad, entiende una latente necesidad de identificar los vagones de los ferrocarriles de manera automática.
Al finalizar los estudios, entra a trabajar a GTE Sylvania donde traslada esa observación a dos ingenieros, Raymond Alexander y Frank Stietz, a partir de la cual terminan desarrollando el KarTrak; un sistema de franjas refractivas de colores en el costado de los vagones que codifica un número identificador de diez dígitos. Este es a menudo considerado el primer código de barras empleado con éxito para fines comerciales, sin embargo, se trata de un método más simple, muy específico y de éxito relativo. El sistema es probado en Boston y Maine entre 1961 y 1967, pero a inicios de los setenta, cuando consigue convertirse en el estándar para todo EEUU, la crisis económica provoca una oleada de quiebras de compañías ferroviarias. Esto, sumado a los problemas que la suciedad de los vagones provoca en el proceso de identificación, hace que a finales de esa misma década se deseche el formato.
LAURER: LA ESTANDARIZACIÓN DEL CÓDIGO DE BARRAS
Corre el año 1966 y la experiencia de compra en los supermercados es nefasta. Las cajas nos dan abasto y es habitual ver largas colas de gente irritada esperando para poder, simplemente, pagar por su compra. Es en este momento cuando la Asociación Nacional de Cadenas Alimenticias (NAFC) se propone elaborar un sistema universal de etiquetado y escaneo que agilice las colas. Organizan un concurso al que se presentan catorce empresas para dar con una solución. RCA, una de las catorce, presenta sus primeros códigos redondos bajo el nombre de Bull’s Eye (Ojo de buey), una evolución de aquella patente de los dos estudiantes de Filadelfia. Pero IBM, otra de las contactadas que asistió a la presentación, decide desarrollar su propio sistema. George Laurer, el líder del proyecto, cuenta con la inestimable ayuda de Woodman, quien aún trabajaba en la compañía. De esta forma, retoman la idea original rectangular de líneas verticales añadiendo cinco variantes marcadas con distintas letras según el tipo de industria.
En julio de 1972, RCA comienza una prueba de 18 meses en una tienda Kroger de Cincinnati. Los códigos de barras se imprimen en pequeños trozos de papel adhesivo y se pegan a mano junto con las etiquetas de los precios. El código demuestra tener un grave problema, pues las impresoras no son capaces de imprimir el código circular sin que la tinta emborrone la impresión, haciendo que la lectura sea imposible en la mayoría de las orientaciones. Sin embargo, el código lineal que están desarrollando Laurer y Woodland en IBM, se imprime en la dirección de las rayas, por lo que el exceso de tinta simplemente haría el código más "alto" sin afectar a la legibilidad. Así, el 3 de abril de 1973, el diseño de IBM es seleccionado como el estándar de la NAFC.
El 26 de junio de 1974, a las 08:01, en un supermercado Marsh, en Ohio, un cliente compra un paquete de chicles de la marca Wrigley’s que es escaneado por la cajera Sharon Buchanan, siendo el primer producto escaneado con un lector de códigos de barras. El resto es historia.
